30 Nov Saludo navideño del Prior General de la Orden Carmelita
Queridos amigos de la Residencia Santa María del Monte Carmelo,
Aprovecho las fechas navideñas que se acercan y la oportunidad que me brindan el director y el subdirector de vuestra residencia para mandaros, a través de la página web de la misma, un afectuoso saludo y mis mejores deseos, tanto para la Navidad, como para el próximo año 2016.
En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de visitar vuestra residencia y siempre he salido de allí con la impresión de que se trata de un lugar que destaca por la humanidad, por el trato afectuoso, por el respeto y la cercanía. Todos esos valores son hoy más necesarios que nunca. El año 2015 termina con una sensación de tristeza y de preocupación por los atentados terroristas de París y de Mali (y de otros lugares). A veces la tentación del desánimo nos acecha, pero no debemos caer en ella. Desde todos los ámbitos de la vida (¡también desde una residencia para personas mayores!), podemos y debemos contribuir a crear un ambiente social más humano, más solidario, más acogedor y, en definitiva, más feliz. El Papa Francisco insiste mucho en este aspecto y ha condenado en diversas ocasiones lo que él llama “la cultura del descarte”. Todos somos importantes, todos somos necesarios y todos podemos aportar algo para mejorar nuestro mundo.
En los cinco continentes los carmelitas trabajamos en muy diversos campos (parroquias, colegios, centros de espiritualidad, universidades, etc). Las residencias para personas mayores no es uno de los campos más frecuentes, pero existen algunos casos y en ellos siempre se intenta vivir ese espíritu fraterno propio del Carmelo. En algunos lugares se trata de residencias para religiosos carmelitas mayores, por ejemplo en Darien, Illinois (en los Estados Unidos). También la residencia Santa María del Monte Carmelo presta un estupendo servicio en ese sentido y son varios los religiosos carmelitas que han recibido y reciben atención en la misma.
En otros casos, se trata de residencias para personas con pocos medios o con dificultades especiales. Por ejemplo, en la India, cerca de nuestro noviciado, los carmelitas gestionan -en colaboración con una congregación de religiosas- una residencia llamada Karuna Bhavan, que en Malayalam (la lengua oficial del Estado de Kerala) significa “casa de la misericordia”. El motivo es que muchos de estos ancianos vienen de las castas inferiores, no tienen familia ni medios y si no fuera por este tipo de instituciones morirían abandonados.
Pero no todos los casos son así de dramáticos. En el seno de la familia carmelita hay una congregación de religiosas de vida activa llamada Carmelites of the Aged and Infirm (“Carmelitas de los ancianos y enfermos”) que destaca por la calidad de sus residencias tanto en los Estados Unidos como en Irlanda. Son una congregación puntera en este apostolado y en este servicio de la familia carmelita a la sociedad. Otras congregaciones de religiosas carmelitas mantienen también varios centros de este tipo en diversos lugares del mundo como Brasil, Malta, Venezuela o Zimbabue.
En esa panorámica, vuestra residencia, en el corazón de Madrid (que es mi ciudad natal), ocupa un lugar importante. Por ello, os felicito de todo corazón: a la dirección y administración de la residencia, a los trabajadores, a los que vivís allí, a vuestros familiares, a los carmelitas y a todos los que, de un modo u otro, estáis vinculados a la residencia. Que María, la Virgen del Carmen bajo cuya protección está puesta vuestra residencia, siga acompañándoos y bendiciéndoos.
Un fuerte abrazo desde Roma y… ¡Feliz Navidad!
Con afecto
Fernando Millán Romeral, O.Carm.
Prior General
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