Desde hace poco tiempo estamos implantando dentro de nuestra residencia la filosofía “smiling care” ¿Qué significa este término? Estas palabras en inglés engloban la ideología de cuidar a los demás utilizando la sonrisa y ser conscientes de la importancia que tiene sonreír cuando trabajamos rodeados de personas. Esta idea surge como una necesidad al percibir la importancia que tiene cuidar el trato y la forma de relacionarnos con los demás.
Esta filosofía quiere remarcar la relevancia de cuidar la conducta verbal y no verbal en el trato con todas las personas que forman parte de nuestra organización: los residentes, los familiares y por supuesto entre los trabajadores. Hemos querido aterrizar este proyecto de una manera fácil y sencilla pero que a la vez tiene un gran poder para la persona que tenemos delante. El simple hecho de sonreír, saludar, hacer contacto visual llamar a las personas por su nombre, es una manera fácil de cuidar nuestras relaciones y de llevar nuestro trabajo a la excelencia.
Lo que queremos conseguir al desarrollar el movimiento “smiling care” es implantar un mayor bienestar laboral y profesional dentro de la residencia, fomentar un estado de ánimo personal más positivo y crear una esencia grupal que sea percibida por los residentes, los familiares, los trabajadores y todas aquellas personas que vengan a nuestra residencia.
Nuestro trabajo está dedicado al cuidado y servicio de las personas mayores. El trabajo con ellas y en especial con personas con deterioro cognitivo hace que el trato y la conducta no verbal sean muy importantes y haya que prestarle una especial atención. Pero no solo es importante con los residentes, sino también con los familiares y el resto de trabajadores. Fomentar un lugar de trabajo en el que todos nos saludemos al encontrarnos y nos regalemos una sonrisa es algo que desde fuera se percibe y crea un mejor ambiente laboral y por supuesto los residentes y familiares lo percibirán de forma más acentuada.
Todos los trabajadores del centro formamos un equipo de trabajo y como en cualquier equipo todos necesitamos la cooperación de todos para poder funcionar de forma adecuada. Fomentar este tipo de relación entre los miembros del equipo es un modo de interacción eficaz entre los compañeros, ya que fomenta un clima laboral agradable que favorece la sensación de pertenencia al grupo. Además, ayuda a mejorar nuestro bienestar personal aumentando nuestras emociones positivas y en consecuencia, esta buena interacción es captada por los miembros que forman parte de la residencia.
Consideramos que esta filosofía no se debe implantar de una forma impositiva y obligatoria, sino más bien desde el conocimiento de la importancia de actuar así para fomentar un buen clima laboral y mejorar nuestro propio bienestar personal. La forma de concienciar de esta idea se hace a través del departamento de psicología de una forma individualizada. Se habla con cada trabajador, analizando su situación actual, su estado emocional con respecto al trabajo y a partir de ahí se les explica el concepto y los beneficios que puede tener el hecho de que todos interioricemos esta forma de actuar.
Por supuesto, implantar esta filosofía no es fácil, requiere voluntad, compromiso y persistencia por parte de todos. Al principio, será algo consciente que requiera voluntad constante, pero a medida que se vaya practicando se irá automatizando y saldrá de forma espontánea.
Sonreír a los demás tiene un gran poder que muchas veces pasa desapercibido. La sonrisa es una actitud y a la vez, una habilidad emocional que contribuye al buen clima organizacional. Tiene la capacidad de mejorar nuestra salud, ayuda a responder adecuadamente al estrés y a la ansiedad, ya que al sonreír reducimos los niveles de las hormonas causantes de estas emociones (adrenalina, cortisol y dopamina). Del mismo modo, sonreír mejora nuestro propio estado de ánimo, ya que nuestro organismo libera endorfinas y serotonina. Además sonreír tiene un efecto de espejo, es contagioso para la persona a la que sonreímos.
En resumen, el movimiento “smiling care” consiste en ser conscientes de la importancia de cuidar a los demás utilizando la sonrisa. Valorar el poder que tiene el hecho de saludar, sonreír y llamar a las personas por su nombre, ya sean residentes, familiares o trabajadores. Este simple gesto tiene la capacidad de mejorar el clima laboral, cambiar el estado de ánimo del que tenemos en frente y esta actitud positiva tiene efecto contagioso.