Preparando la Navidad con poemas y villancicos

Preparando la Navidad con poemas y villancicos

Con motivo de las próximas fiestas el P. Vicente realiza un recorrido por los diferentes momentos en la preparación de una fiesta tan entrañable como es la Navidad. Dicho recorrido lo realiza a través de poemas evocadores de los más profundos anhelos.

Feliz Navidad.
P. Vicente.

¡Y ven a nuestra Fiesta de Navidad!

PREPARANDO LA NAVIDAD: POEMAS Y VILLANCICOS

Cuando se asoma Diciembre
por estas tierras morenas
rezuman sus callejones
coplillas de Nochebuena
y el cielo se vuelve
dulce de polvorón de canela
y el alma de cascabel
cuando la zambomba suena.
(Anónimo)

Preparamos el Belén:
Tomad papel de plata, haced un río
y colocad, encima de él, un puente;
fabricad un portal, ponedle enfrente,
de papel y cartón, un caserío.

Simulad la blancura del rocío
con un poco de harina y, lentamente,
hacedla que descienda suavemente,
como la nieve cae, blanca de frío.

Colocad las figuras una a una,
la Virgen y José junto a la cuna
y en ella el Niño, en el pesebre echado.

Y después que todo lo habéis hecho
sentís que hay una estrella
en vuestro pecho
es que está el nacimiento terminado.
(Luis López Anglada)

niño Jesús

PERSONAJES

El niño Jesús
Una vez al año, ¡tam!
se vuelve el mundo al revés
y da vueltas, vueltas y
lo que ves no es lo que es.

Ves el suelo, es –vélo- el Cielo;
ves abetos, son manzanos;
ves a un niño, es todo un Dios;
y ves a Dios y es tu hermano.

Y así, de pronto, tam, tam,
la noche se hace mañana:
le vuelca el mundo, voltea,
lo mismo que una campana.
(García-Máiquez)

El llanto del hombre en Dios,
Y en el hombre la alegría.
(S. Juan de la Cruz)

S. Joaquín y santa Ana, padres de María
– Señora Santa Ana,
¿qué dicen de vos?
– Que soy soberana
Abuela de Dios
(Luis Rosales)

La Virgen María
No puedo seguir, no puedo…
Déjame sobre esta piedra.
¡Qué dolor, esposo mío,
que a Dios le cierren las puertas!

(…) Tengo frío.
Tengo alegría y tristeza.
¿Cómo será? ¿Será rubio
como el oro y la canela?

José siento como un gozo
que me corre por las venas.
siento al Hijo que me salta
en las entrañas… ¡Ya llega!

¡Cuánta música en el aire!
José, ¿qué música es esa?
(Antonio Murciano González)
Cuando venga, ay, yo no sé
con qué le envolveré yo,
con qué.
(Gerardo Diego)

El nacimiento:

José, sobre Belén está nevando.
No le queda a la noche ni un camino.
¿Y esta nieve pequeña cómo vino
tan sin sentir, si estábamos velando?
Estábamos los dos rezando, cuando
-¿o hablábamos, José?- se hizo más fino
el aire y, de repente, como un trino
estaba yo sonando y encantando.

Dime, José… ¿o acaso tú tampoco
sepas cómo se puso el heno lleno
de nieve viva, aquí bajo techado?

Dime, José, cómo le tengo y toco.
Y cómo fue desde mi seno al heno
Y volvió desde el heno a mi costado.
(Carlos Murciano González-Arias de Reyna)

“Villancico de las estrellas altas”

La Virgen María
Se siente cansada;
San José la acuesta;
La Virgen descansa.

La techumbre rota;
Las estrellas altas;
Lenguas muchas lenguas
Llevan caminadas.

La Virgen María
Está soleada
Por dentro, su sangre
Se convierte en savia,

Su cuerpo florece
Igual que una vara
De nardos o un ramo
De celindas blancas.

El niño ha nacido
Como nace el alba;
Los ojos con risa,
La boca con lágrimas.

En el aire nieve;
En la nieve alas
Y el viento que bate
Puertas y ventanas.

La Virgen no tiene
Rebozo ni manta;
San José la mira,
Se quema mirándola.

Entre la penumbra,
Pidiendo posada,
La carne del niño
Desnuda se halla.

La nieve que cae,
Pues del cielo baja,
Va formando techo
Para cobijarla.

La Virgen María
Se siente cansada;
Cuando mira al niño
La Virgen descansa.

(Luis Rosales, Retablo sacro del nacimiento del Señor)

ángeles

San José

Y José, rendido en llanto,
dolido en culpa de celos,
en las manos de María
pone disculpas de besos.
Se perdieron en la noche
las dudas del carpintero.
La mirada de Jesús
sola desveló el misterio.

Anda en su carpintería,
Solo y triste el carpintero.
Labra José, como puede,
La madera de lo incierto,
Pero el formón de la duda
Riza virutas de celos.
(Antonio García Barbeito)
Los animales

Pero, con mi respeto para la Teología,

aquí no acaba todo;
aquí falta un minuto
de lo que se debiera,
con todo mi respeto,
llamar Teozoología.
Sí, que al buey y a la mula
que allí estaban, oscuros,
alguien debió de darles
también algún aviso,
pues ya veis –caso raro
de veras– que, en lugar
de alborotarse trompicando
en la penumbra,
todo pezuñas, costaladas y bufidos,
ante aquella invasión
de su tibio descanso,
se quedaron echados,
rindieron los testuces
y con algo que era casi amor,
enfocaron el vaho de sus morros
hacia aquel puñadito
de carne sonrosada y llorona.
Si pienso qué hubiera sucedido
si a Dios aquella noche
le falta aquel aliento,
que fue como una manta
de ternura gaseosa;
lo distinta que pudo haber sido
la vida de los hombres,
concluyo que la mula y el buey
–benditos para siempre
ellos y sus estirpes–, a su modo, sabían lo que estaban
haciendo. Lo que estaba naciendo
(Miguel d’Ors)

El silencio

Todo el silencio del mundo
se concentra en el establo.
Callan los que están dentro,
calla el que llega cantando,
callan suspiros y risas.
(…)
Un aire nuevo, cernido,
agita suave los mantos
de María y de José.
Estamos en ningún lado,
en el alba de la tierra.
((Ernestina de Champourcín)

La alegría

Abrid las puertas, amigos,
Abridlas para danzar
Al son jovial de las flautas
Que esbozan la Navidad.
(José María Forteza)

La alegría.
Dios de las Nochebuenas
Y los días lluviosos
Con barro en los caminos
Del campo y los olivos.
Dios apenas nacido
y alabado con rústica
ternura en villancicos
de almirez y zambomba.
(Mario López)

adornos navideños

Luz

Tú, bienaventurada, que llevaste
el cuerpo de Jesús en tus entrañas
y diste a la luz la Gracia
y Luz que salva,
vuelve tus ojos misericordiosos
dulcemente hacia mí…

Navidad es una luz, como dice Gerardo Diego:
Es la luz que nos toca y nos ciega.
La luz, la luz,
La luz que nos besa y nos quiere.
La luz que sonríe y no llora.
(Julio Martínez Mesanza)

La misericordia

Mientras el hombre sufre cae la nieve,
sin que el hombre que llora de ello se entere,
sin que el hombre descubra al Dios que viene,
nieva misericordia, cae la nieve.
Escuchad es la hora de la misericordia.

No halla el hombre consuelo a su dolor,
la soledad desangra su corazón,
pero aunque no lo sepa lo sabe Dios,
y nieva sobre el hombre nieve de amor.
Despertad es la hora de la misericordia.

No hay dolor que no encuentre un gran consuelo,
desde que el Dios eterno vino a este suelo,
y nieva sobre el hombre la paz del cielo,
una nieve que dice que Dios es bueno.
Sonreid es la hora de la misericordia.

La solidaridad

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
(Miguel Hernández)

El camino a Belén

A Belén, por aquí, Señora ya no se va…
Se va por la otra puerta de la ciudad.
Se va por los caminos sin luz ni paz.
Por esas negras casas de puro pan,

Se va por las afueras de soledad.
Se va por el respeto, por la igualdad.
Por la verdad más clara y la libertad.
Se va por la justicia y la caridad.

Por la limosna sola ya no se va.

Se va por todo el mundo
-bien claro está-
Que Belén es hoy toda la humanidad.

Que siempre en este mundo es navidad.
Señora,
El viaje es algo incómodo
Usted verá.

(Víctor Manuel Arbeloa)

Añoranza

Todo fuera Navidad
Como entonces.
Blancos caminos de paz.
La noche de los albores.

Todo fuera Navidad
con esperanza
de oír las voces antiguas
de la infancia.

(Elena Martín Vivaldi)

Los dulces

De la gloria, volandero,
Baja al ángel confitero.

Para ti, virgen maría,
Y para ti, Carpintero,
Toda la confitería.

(Rafael Alberti)

Navidad

Es amor. Es esperanza. Es fe.
Es alegría.
Es principio de Redención.
Es una etapa de nuestra
historia de Salvación.
Es encuentro con Cristo, Niño.
Es conversión y renovación.
Es paz interior.
Es vida nueva.
Es camino que se abre para el tiempo
Y para la eternidad.
Es verdad que se alimenta del Amor.
Es vida que fructifica y madura,
Sin dejar de nacer siempre.
(Gabriela Mistral)

Pero, en el fondo, son mucho más humildes, como los presenta Rubén Darío:

–Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina estrella!

–Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

–Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
(Rubén Darío)

Navidad la palabra mágica,
Navidad quiero repetir,
Navidad quiero a todo el mundo
en tu nombre hacerle feliz.

Quiero consolar al que sufre
y aliviar su dolor.
Quiero dar al pobre lo suyo,
que así lo quiere Dios.
Y vivir siempre en paz con mi hermano,
escuchando lo que quiere decir,
aceptando sus excusas y errores,
Navidad eso es para mí.

Quiero que conozcan los hombres
quién es su Creador.
Quiero que en todos los rincones
alabemos a Dios.
Compartir los bienes de este mundo,
alegría y gozo de vivir,
y el amor que el Señor nos ha dado,
Navidad es el compartir.

uvas

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